El proyecto consiste en la realización una vivienda en un espacio irregular, entre medianeras, de apenas 39 m2 para una familia joven con un niño.

La dificultad de cómo realizar la vivienda en un espacio tan reducido, acaba dando como resultado una vivienda de dos plantas, con cocina, comedor, salón, almacén, dos baños y dos dormitorios.

Para ello, nos basamos en dos estrategias:
-Situar la escalera y los baños en el rectángulo posterior de la parcela, de forma que los baños quedan en las entreplantas. De esta forma conseguimos realizar no uno sino dos baños y un almacén, liberando todo el rectángulo anterior para lograr unas zonas de estancia y dormitorios lo más amplias posibles.

-Eliminar el espacio de entrada, dando todo el espacio a la cocina-comedor-salón, haciendo la puerta de entrada a través del salón.

La disposición de los vanos busca conseguir la mayor entrada de luz a la vez que mantener la privacidad.
El interior es tratado con tonos claros con el fin de lograr la máxima luminosidad posible y desdibujar los límites de un espacio tan compacto.